Qué cantidad de sensaciones todas diferentes! Es alucinante darte cuenta de que cuando no estás bien, le das vueltas al coco por cualquier cosa y yo llevo todo el verano dale que te pego.
Sobre todo lo que más me ha mermado han sido los recuerdos... son muchos años que hemos ido a los sitios juntos: restaurantes, playas, paseos marítimos, etc. y ahora voy acompañado de mi peque y mi familia.
No es que esté mal acompañado pero hay veces que me gustaría estar solo, sentarme en la arena mirando al mar un rato y sentir la brisa del mar como juega por mi pelo.
Joder, que dura es esta situación, y lo más duro es que llevo más de una semana sin verla y aunque me fui sin que me hablara (por una tontería, como pasa últimamente), si de por si la situación es jodida, cuando tienes que ser el interlocutor de lo que le pasa al personaje que compartimos y sientes al otro lado una voz fría, distante, que no te da cuartelillo ni te deja ver un ápice de nada... eso es lo que más me ha hecho polvo.
Por otro lado también echo de menos la rutina del trabajo, tengo casi menos tiempo para darle a la cabeza y aunque me resigne a reconocerlo creo que me estoy metiendo en una depresión que me temo va a acompañarme hasta que no solucione de una vez por toda esta situación.
Y todo por no tragarnos cada uno un par de cucharadas de ese orgullo que tanto daño nos está haciendo.
Yo estoy dispuesto a dialogar, pero cada vez que saco este tema, Sara me da la callada por respuesta y ya no sé qué hacer, lo que no estoy dispuesto es a seguir así el resto de mi vida.
El finde vuelvo a casa con la peque. A ver qué me encuentro...
Ay puñetas! Y todo por no conseguir hablar y que otro te escuche y viceversa...
ResponderEliminaránimo